El próximo domingo 19 de noviembre tendrá lugar en los salones parroquiales de la C/ Huertas la merienda de convivencia entre usuarios de Cáritas y voluntarios. Dará comienzo a las 17:00h.
Esta iniciativa no es nueva y está enmarcada dentro de la Jornada Mundial de los Pobres, donde este año, bajo el lema No apartes tu rostro del pobre, el Papa Francisco exhorta a no apartar la mirada de los que están en dificultad, como las personas que viven en zonas de guerra, los que no llegan a fin de mes, los que son explotados en el trabajo y los jóvenes prisioneros de una cultura que les hace sentirse fracasados. La vocación de todo cristiano es implicarse en primera persona, nos recuerda también el Pontífice.
Cáritas parroquial de San Mateo atiende a unas 80 familias, facilitándoles no sólo alimentos, productos de limpieza e higiene personal, o el pago de algunos recibos, sino que también asesora a las familias y las apoya en sus propios procesos de promoción y desarrollo, tanto personal como social.
Todos podemos colaborar con Cáritas de diferentes formas:
- Con nuestra oración, rogándole al Señor por todos los voluntarios y benefactores que cada día se esfuerzan por paliar las necesidades de tantas personas que lo necesitan. También pidiéndole para que ilumine a quienes ocupan puestos de responsabilidad, para que trabajen por un mundo más justo y humano.
- Con nuestro tiempo, poniendo nuestros dones al servicio de los más necesitados, ofreciéndonos a ser voluntarios y a colaborar con ellos en lo que podamos.
- Con nuestras donaciones, para que Cáritas pueda seguir trabajando para ayudar a todo el que lo necesita. La colaboración económica se puede hacer en efectivo, entregando el donativo en la parroquia o a través de ingreso o transferencia a:
- Nº de cuenta (Cajasur): ES07-0237-0040-8091-5458-4850
- A través de la pestaña de donaciones de Bizum, al número 38225 (indicar en el concepto que el donativo es para Cáritas)
Pidamos a la Virgen María que nos ayude a no encerrar la caridad y nuestros talentos en el fondo de nuestros corazones, a «no apartar el rostro del pobre, y a mantener nuestra mirada siempre fija en la faz humana y divina de nuestro Señor Jesucristo» para que nuestra caridad, como decía Santa Teresa del Niño Jesús, alumbre y alegre la vida.