(Inmaculada de la capilla del Seminario conciliar San Pelagio)
Señor Jesús:
A la vista de tantos Seminarios desolados
y de tantos pueblos si sacerdotes,
movido nuestro corazón de la pena
que arrancó del tuyo aquel angustioso lamento:
“la mies es mucha, los operarios pocos”,
te pedimos que derrames sobre tu Iglesia
el Espíritu de piedad y fortaleza
que suscite dignos ministros de tu altar
y los haga defensores valientes y humildes de tu Evangelio.
María Inmaculada, Reina y madre de los Sacerdotes:
¡Ruega al Señor de la mies que envíe operarios a su mies! Amén.