Día del Seminario

La vocación al sacerdocio es vocación de amor ante las necesidades de hoy. Amor a Jesucristo, que llama y al que el llamado entrega su vida; y amor a los demás, a los que el llamado es enviado con el encargo de declararles el amor de Cristo. Es vocación de amor, que Jesucristo dirige al corazón del joven, enamorándole y fascinándole con la aventura de dejarlo todo para seguirle a él de cerca y entregarse a los demás. (Carta semanal de Mons. Demetrio Fernández).

El 19 de marzo, solemnidad de San José, se celebra el Día del Seminario pero la campaña da inicio desde el jueves 9 de marzo, de esta forma los seminaristas pueden llegar a casi todos los rincones de nuestra Diócesis para dar testimonio de la vocación recibida y animar a la oración y a la colaboración con nuestros seminarios. En nuestra Diócesis de Córdoba contamos con dos seminarios: el Seminario Misionero Redemptoris Mater San Juan de Ávila y el Seminario Conciliar San Pelagio (Menor y Mayor).

La campaña de este año tiene por lema Se levantó y se puso en camino, el mismo lema de la JMJ de Lisboa 2023. La primera semana, los seminaristas se distribuirán por los pueblos de las vicarías de la Sierra, del Valle del Guadalquivir y de la Campiña y la segunda semana se hacen presente en la vicaría de la Ciudad (Córdoba capital). Los seminaristas realizan en estas dos semanas un gran esfuerzo para hacerse presente en el mayor número posible de parroquias e institutos, para que los conozcamos y para dar testimonio de la vocación recibida.

En la carta que nuestro Obispo nos dirige a todos los feligreses cada semana, nos presenta la campaña y nos invita a participar en el Día del Seminario con estas palabras:

Jesucristo sigue llamando, porque él cuida de su Iglesia, y sin sacerdotes no puede haber Iglesia, porque no puede haber Eucaristía. Sin embargo, esta llamada a veces no es percibida en medio de tantos ruidos que nos aturden en el momento presente. Y cuando es percibida, a veces suscita dudas e incertidumbres en el llamado, porque le pide la donación de su vida entera. Por eso, lo primero que hemos de hacer en esta campaña del Seminario es orar al Dueño de la mies que mande trabajadores a su mies. Esta es la primera y principal colaboración, porque entramos en un misterio de amor, que sólo en el amor puede captarse y sólo en el amor puede responderse.

Y junto a la oración, el apoyo personal a aquellos que muestran haber sentido algún indicio de llamada. Me dirijo a los padres para que apoyen la posible vocación de sus hijos. Me dirijo a los catequistas y profesores para que alienten la llamada al sacerdocio, proponiéndola explícitamente. Y me dirijo sobre todo a los sacerdotes. No hay mayor alegría para un sacerdote que estar cerca de algún joven que es llamado. El sacerdote puede ayudarle con su buen ejemplo, con su apoyo, presentándolo al rector y formadores del Seminario y velando por su vocación.

En nuestra parroquia tuvimos ya el domingo pasado un adelanto en primicia de la campaña: Antonio Tello, el seminarista que está realizando el curso de pastoral en nuestra parroquia, dio su testimonio durante la celebración de la Eucaristía. Especialmente dirigidas sus palabras a los niños y a las familias, contó cómo sintió él la llamada del Señor y cómo se abandonó a su ayuda cuando, al principio, su vocación no fue muy bien recibida por sus padres; al final, es obvio que el Señor fue encaminando todos sus pasos hacia el seminario: ya lleva superados cinco cursos y cada día está más cerca de recibir el sacramento del Orden Sacerdotal.

Los grupos de catequesis de confirmación también se han participado en el Día del Seminario con varias actividades. Por un lado, los jóvenes han iniciado una cadena de oración diaria por los seminaristas; además, más particularmente, cada joven ha «apadrinado o amadrinado» a un seminarista para rezar por él. Los chicos le escribieron una carta a los seminaristas mayores que le habían tocado para presentarse y transmitirles su oración por ellos.

Y el viernes 10, todos nos unimos en oración en el Adoremus vocacional que se celebró en el convento de las Agustinas a las 21:00. Invitamos a toda la comunidad parroquial a unirse para conocer a nuestros seminarista y rezar por ellos y por los jóvenes que están siendo llamados: que con generosidad entreguen su SÍ al Señor de la mano de María.

Os dejamos unas imágenes del Adoremus:

Todos podemos colaborar en el Día del Seminario poniendo nuestro granito de arena con nuestro donativo económico y nuestras oraciones.

Los seminaristas son los futuros sacerdotes de nuestra Diócesis, de nuestras parroquias, es nuestro deber cuidarles en todo lo que podamos. Las colectas de este fin de semana irán destinadas al seminario pero también os dejamos el enlace para todo aquel que prefiera colaborar con un donativo directamente al seminario: http://www.seminariosanpelagio.es/donativos

Pedid al Señor de la mies que envíe operarios a su mies (Lc 10, 2). Y no dejemos de rogarle al Señor que nos provea de santos sacerdotes. Os dejamos también el enlace a la oración por las vocaciones: https://parroquiasanmateo.es/oracion-por-las-vocaciones/

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